jueves, 18 de febrero de 2010

CRÍTICA DE XENOCIDE EN ROCK A TO

Siempre se dice que una crítica debe ser imparcial y que el crítico debe enfrentarse a un disco sin prejuicios pero reconocer que eso siempre sucede es mentira. Por ejemplo, antes de ponerme a escuchar a Steelgar tenía mis dudas. Me explico, he tenido ocasión de ver a esta banda dos veces en directo y, mientras que en la primera me entusiasmaron con su thrash heredero directo de la Bay Area; en la segunda me sonaron más próximos a la NWOBHM en un extraño giro que no me acabó de convencer. Así pues, lo primer que pensé antes de poner el disco a sonar era qué Steelgar me iba a encontrar. La respuesta, después de la publicidad.

El álbum se inicia con "Injected" que, tras una sencila intro de corte oscuro y tenebroso, opta por unas guitarras crudas y un ritmo enérgico que ya muestra que la Bay Area será la ruta elegida, con los inicios de Megadeth y Metallica como máximos referentes. De hecho, incluso me atrevería a decir que temas como éste bien podrían ser el eslabón perdido entre el "Kill'em All" y el "Ride The Lightning", discos antiguos que aún no han perdido vigencia. Tras este extenuante inicio, la caña sigue con "Retaliator", más rápida, constante y machacona pero a la que le falta un buen estribillo para acabar de rematar el trabajo, aunque lo suplen bastante bien con pasajes densos o más rítmicos.

"Portrait In Blood" marca un ritmo ágil sobre el que brillan las punzantes guitarras que introducen un verso más pausado y menos agresivo, ahora sí con un estribillo distintivo que, aunque breve, cumple con creces su función pese a que, en el global, quizás el tema sea un poco más "blando" de lo que se estila en este trabajo. "Riders Of The Sand" sigue estando algo alejada de ese thrash directo que marcaba los primeros compases del disco pero creo que su calidad es indiscutible, algo que ya llama la atención desde su inicio voluptuoso que deriva en un verso pesado pero desgarrado y cortante, más próximo al thrash europeo que al americano.

"Promontory" recupera un tono más básico que, por momentos, puede recordarnos a Slayer, aunque el sonido del álbum, pese a ser notable no va en la línea de las huestes de Tom Araya. Siguen con la animosa "Hunter On Prowl", que contiene dos partes bien diferenciadas. En la primera, se aprecia un aire festivo en su todopoderoso ritmo que permanece invariable y condiciona el desarrollo de la composición. En la segunda, en cambio, esa pauta se rompe por completo, mostrando el buen hacer de la banda a nivel instrumental pero, sobretodo, exhibuendo su empaque y solidaridad, como una máquina bien engrasada en que cada engranaje es necesario.

Por lo que me ha parecido ver en sus conciertos, "Under The Whip" vendría a ser el "clásico" de la banda. Es una composición que de nuevo se sitúa a medio camino entre los Metallica y Megadeth más clásicos (recordando especialmente a estos últimos, aunque con dejes guitarreros que son deudores de los 4 hombres de negro), viva, no especialmente dura pero con un estribillo concluyente, definitorio además de un pasaje instrumental inconmensurable que arranca muy melódico para ir endureciéndose progresivamente hasta volver a alcanzar ese tono cortante de un estribillo seco como el chasquido del látigo. "Napalm Burn" amaga con ofrecer un aire más contemporáneo en sus primeros compases pero, nada más lejos de la realidad. Lo que aquí encontraremos es un thrash netamente guitarrero con un estribillo breve pero intenso en otro corte que me recuerda ligeramente a Slayer.

"Thrashing Knights" vuelve a mostrar un ritmo machacón, con las guitarras marcando el paso en otra composición que brilla por su notable estribillo y por saber romper su andar con una interrupción en su ecuador en que bajan las revoluciones y su andar se vuelve más pesado y contundente. El álbum finaliza con "Army Of Goats", una composición más ágil, con un estribillo más ampuloso pero igualmente directo y un andar menos machacón en que las guitarras parecen querer compartir protagonismo con la sobria voz principal.

Steelgar han firmado un disco de debut que parece responder a las expectativas que esta joven banda ha ido creando desde sus prometedores inicios, que no son pocas. De hecho, este "Xenocide" es un viaje en el tiempo que nos lleva a los inicios de una escena que luego acabaría siendo determinante (Bay Area). Pese a todo, este aspecto nostálgico creo que encierra una doble lectura. La música de Steelgar me recuerda mucho a los inicios de los Metallica y los Megadeth y, en menor medida, a unos Slayer, tanto en concepción de los temas como en cuanto a sonido (no a Slayer, en este apartado) hasta el punto que puede despertar una vena nostálgica hacia esos tiempos. El problema viene cuando esa misma nostalgia nos impulsa a buscar viejos clásicos del thrash que tenemos en un cajón en lugar de volver a ponernos este disco otra vez. Eso sí, seguro que pronto lo volveremos a escuchar.

7,5 / 10

Temas destacados: "Under The Whip"

Se recomienda a: nostálgicos del thrash de la Bay Area.

Jordi (crítica online desde el 11-2-10)