miércoles, 3 de noviembre de 2010

Crónica del concierto de Madrid por METALCRY.COM

La presencia en la capital de STEELGAR se había hecho mucho de rogar si bien su fantástica actuación en la primera edición del festival Thrash Clash el pasado enero les avalaba. "Xenocide" me parece uno de los mejores trabajos nacionales de este 2010 y la defensa en directo que la formación catalana practica del mismo es sencillamente brutal.

Todos los cortes que integran la obra sonaron en su actuación, abriendo el grupo con "Army Of Goats" a la que siguieron de empalmada "Riders Of The Sand" y "Promontory". En estos primeros minutos de concierto el sonido no era excesivamente brillante, aspecto que se solucionó a partir de "Portrait In Blood". "Napalm Burn" e "Injected" fueron los siguientes temas en sonar, quedando claro que la inclusión en el grupo de Isaac Iborra es un pleno acierto ya que, pese a ser su primera actuación con STEELGAR, el guitarrista estuvo bien compenetrado con sus compañeros y se le advirtió cómodo sobre las tablas.

"Hunter On Prowl" dejó pasó a la versión que eligieron para esta noche, que no fue otra que el "King Of Kill" de Annihilator. Tras esta, la muy bien recibidas "Under The Whip" y "Retaliator" antes de abordar la última canción, que no podía ser otra que "Thrashing Knights", tema que diera nombre a una de sus demos.

Menos de una hora sobre la tarima pero tiempo suficiente para convencer a quienes se habían acercado tentados por el boca a boca de su directo. Es cierto que las composiciones de "Xenocide" tienen calidad, pero su puesta en práctica las hace sin duda mejorar. Gran grupo del que sólo puedo decir que es una pena que esté pasando tan desapercibido para el gran público cuando deberían ser una de las bandas principales en esta nueva oleada de grupos Thrash patrios.

Autor: David Jiménez Rodríguez.

Crítica en TNT RADIO ROCK

Otra banda que se apunta al renacimiento del thrash metal de vieja escuela. Y no lo digo para nada en sentido despectivo, sino todo lo contrario. Este año me he llevado sorpresas como Aggression o Unsouled, que a su manera son capaces de rejuvenecer lo que los clásicos nos ofrecían en los 80 y lo mismo cabe decir de Steelgar. Hablar de ellos simplemente como de una banda que recupera las raíces del thrash es quedarse muy corto. No es que esto no sea cierto, porque aquí huele a Bay Area años 80 como si estuviéramos pisando aquellas tierras en aquellos años, pero tampoco hay que negarles su toque actual y su originalidad.
Es un disco de los que según va rodando se convierte en una bola de furia imparable. Temas como “Promontory” son de los que te pasan por encima como un batallón de caballería. Que decir en este aspecto de “Thrashing Knights”. Los temas se enlazan entre sí sin dar tregua, aunque el grupo tiene la capacidad de ofrecer bajo un estilo totalmente claro distintas versiones de sí mismo. Por ejemplo, el comienzo con “Injected” es directo a ese cuello que te cercenarán esos afilados riffs y esa voz que es capaz de abrir llagas por si sola. Dentro de la velocidad es un tema con cambios de ritmo que ofrecen más salidas, variedad e interés. Los solos de guitarra speedicos de “Retaliator” son como un chapuzón de euforia para los seguidores de estos sonidos.
El grupo está en contacto con el heavy metal de siempre, muestra de esa cuna ochentera en la que la diversificación de estilos no había llevado a los extremos de agresividad a los que llegó el thrash en los 90. De eso no hay ni atisbo en “Xenocide”, pero Steelgar muestra que puede ser original en riffs como los de “Napalm Burn”, y que puede elaborar las composiciones manteniendo la agresividad en “Hunter On Prowl”, con unas formidables transiciones instrumentales que denotan influencias más novedosas y capacidad de evolución. Se trata de un temazo de lo más completo para entender a Steelgar en su plenitud. Otra banda que pone en boga viejas sensaciones para los seguidores más tradicionales al tras, que deseen seguir sintiendo en sus carnes ese filo que poseen estas canciones y dejarse el cuello en el intento de seguir estos ritmos que hacen de “Xenocide” una verdadera avalancha imposible de evitar.
ANTONIO REFOYO

PUNTUACIÓN: 8/10